¿Es útil darse un tiempo en pareja?

Darse un tiempo en pareja es algo que tiene muy mala prensa, no vamos a negarlo.

Sin embargo, es una herramienta que puede llegar a ser muy útil si se plantea correctamente. A veces la planteamos en terapia de pareja y trabajamos para que sea de provecho.

¿En qué momentos puede ser de utilidad? Principalmente cuando necesitamos coger distancia de la relación para poderla observar con cierta perspectiva, de manera que “saliéndonos” un poco de ella podamos ver cómo nos sentimos.

El tiempo debe tener siempre, siempre un objetivo, un fin último. No hacerlo porque sí, o como impulso o reacción ante un conflicto, o como una forma progresiva de dejar la relación. Si queremos dejar la relación, lo más responsable es hacerlo desde la asertividad y los cuidados (propios y hacia la otra persona), pero no a través del “tiempo” porque así solo lo estamos utilizando de manera errónea.

También hay que llegar a pactos y acuerdos sobre qué se puede y qué no se puede hacer en ese tiempo. Lo ideal es que si queremos que funcione realmente, no haya una comunicación continua ni os veáis con normalidad, ya que entonces el espacio que se pretende crear lo estaríamos boicoteando sin darnos cuenta.

Por otro lado, es importante que el tiempo tenga una fecha concreta para evaluar la situación, y que se aclaren cuáles van a ser los límites durante dicho tiempo.

En resumen, creo que darse un tiempo mientras sea con objetivos consensuados, con un plazo marcado (no un tiempo indefinido) y con unas normas previamente acordadas, puede ser una buena herramienta para sacar conclusiones importantes.