Aquí os dejo un artículo que escribí para el blog de Inmertec
El Trastorno Obsesivo Compulsivo se caracteriza por la aparición de pensamientos obsesivos indeseados y/o conductas repetitivas, que se acaban convirtiendo en compulsiones.
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) indica lo siguiente:
Las obsesiones se definen por:
Las compulsiones se definen según los dos aspectos siguientes:
Además, debe darse:
Las obsesiones suelen ir de la mano de las compulsiones (aunque no es así en todos los casos), ya que el pensamiento repetitivo e intrusivo provoca que se produzcan una serie de actos, también repetitivos, que acaban convirtiéndose en rituales, con la idea de que realizando esos rituales y aferrándonos a ellos, lograremos evitar que algo terrible suceda.
Sin embargo, se acaba convirtiendo en un bucle del que resulta muy difícil escapar, ya que ya que las compulsiones pueden aliviar temporalmente la ansiedad, pero enseguida vuelven los pensamientos obsesivos y se reinicia el ciclo de compulsiones de nuevo, y así sucesivamente.
Es por ello que resulta muy dificultoso llevar un día a día “normal” en el que el sujeto pueda ser operativo, ya que le pueden asaltar las obsesiones y las compulsiones de una manera tan continua que le impidan continuar con la actividad que estaba realizando.
El TOC puede consumir tal cantidad de tiempo que llega a limitar completamente la vida de las personas que lo padecen, quedando atrapados en el círculo obsesivo-compulsivo, esclavos de su propia mente y de sus propios miedos.
Los principales miedos sobre los que giran la mayoría de las obsesiones/compulsiones son los siguientes:
La prevalencia del TOC en la población se aproxima al 3%. Se calcula que en el mundo más de 100 millones de personas sufren este trastorno, siendo frecuente su comienzo en la adolescencia, y a menudo los propios afectados por Trastorno Obsesivo Compulsivo, se refieren a sí mismos como “tocados”.
El TOC es sin duda un trastorno que vuelve a los que lo padecen, esclavos de su propia mente, esclavos de su propia necesidad de control, esclavos de sus miedos irracionales a que algo terrible ocurra si no realizan un determinado comportamiento.
Sin embargo, lo que el TOC no sabe, es que no tiene el poder, no tiene el control de la vida de nadie, y que sólo tomando conciencia de ello, se recorre una gran parte del camino. Para ello, es muy importante que no escuchemos tanto a los pensamientos obsesivos, y no caigamos en sus redes, y que podamos dejar espacio a aquello que realmente es significativo y valioso para nosotros en la vida.