Hay diferentes clasificaciones sobre la personalidad, pero hoy en concreto os traigo la Teoría de los tipos de personalidad, que surge a finales de 1950, por Friedman y Rosenman, dos cardiólogos que acuñaron que existían dos tipos de personalidad, la A y la B. Posteriormente diferentes autores introdujeron en la clasificación la C y la D.
–Tipo A: Se caracterizan por ser personas impacientes, autoexigentes, ambiciosas, muy responsables en el trabajo, en búsqueda continua del éxito y reconocimiento, con dificultades para relajarse, altos niveles de estrés y con predominancia de rasgos de hostilidad e ira. Este tipo de personalidad se ha asociado con un mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.
–Tipo B: Estas personas suelen caracterizarse por ser tranquilas, pacientes, ser menos sensibles al estrés, tener más nivel de autocontrol, expresarse con asertividad y ser menos autoexigentes y competitivos en el trabajo.
–Tipo C: Son personas que muestran dificultades para expresar sus emociones, que tienden a reprimirlas y a evitar los conflictos, contienen la ira y el estrés y suelen ser complacientes, sumisos y conformistas.
–Tipo D: Se caracterizan por tener una baja autoestima, experimentar fuertes sensaciones de angustia, tensión, irritabilidad, preocupación…se asocia a menudo con la depresión y también con enfermedades coronarias.
Ojo, esto es solo una teoría como tantas otras, no una forma de autodiagnóstico de nada. Además, se pueden tener rasgos combinados o mixtos entre los diferentes tipos de personalidad, pero generalmente tendremos un tipo predominante.