Se puede sentir atracción hacia alguien sin que tenga por qué despertarnos deseo sexual (motivación por tener un encuentro erótico con esa persona)
Además el deseo sexual no tiene por qué ir dirigido hacia nadie en particular (puedes simplemente tener ganas y punto), la atracción sí.
En el caso de las personas asexuales, por ejemplo, generalmente no experimentan atracción sexual pero sí pueden experimentar deseo.
Por otro lado, se puede tener deseo sin que este acabe en excitación (por ejemplo, si tenemos ansiedad, como suele ocurrir en los problemas de erección, me va a costar tener erección aunque tenga deseo), al igual que se puede tener excitación sin deseo (por ejemplo, como ocurre con las erecciones espontáneas matutinas).