Teoría Triangular del Amor
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Antes de poner este post me he pensado mucho si utilizar el término “disfunción” eréctil o simplemente hablar de dificultades con la erección, que es un término más abierto y con el que me siento más cómoda. Pero al final, en el día a día, las personas que consultan sobre este tema, lo hacen hablando de disfunción eréctil, o incluso a día de hoy aún escuchamos hablar de “impotencia”, término totalmente obsoleto. Así que por hacerlo más cercano al lenguaje que se suele utilizar, lo he decidido así.
Los problemas de erección son una de las problemáticas más consultada en terapia sexual.
En un porcentaje altísimo de los casos de disfunción eréctil, el factor común es la ansiedad anticipatoria. Es el haber tenido una mala experiencia con la erección a raíz de cosas circunstanciales como haber bebido más de la cuenta un día, o encontrarte muy cansado o estresado, estar desconcentrado…esto produce el conocido gatillazo, que es un fenómeno totalmente normal que suceda de vez en cuando. El problema es que a raíz de eso, muchas personas ya a la próxima no van tan tranquilas, sino que vas comiéndose la cabeza y rumiando por si volverá a pasar. Y esa, es la ansiedad anticipatoria.
Además, tenemos el factor de la atención. ¿Dónde está? Pues desde luego que en disfrutar de las sensaciones, vivir el encuentro erótico a través de los 5 sentidos, y dejarse llevar, seguro que no. Normalmente la atención se centra en cómo anda mi erección. ¿Está ahí? ¿Está lo suficientemente firme como para penetrar? (porque sí, el foco se pone todavía más en la penetración como la práctica sexual por excelencia) ¿Se dará cuenta mi pareja de que no lo está? ¿Qué pensará de mí?
Como podéis imaginar, esto es todo lo contrario a un pensamiento erótico. Estamos con la hipervigilancia hacia el pene y parece que no importa nada más. Ese estar ausente del encuentro erótico, y esa obsesión por lo que suceda con tu erección, hace que se produzca ese fenómeno de la profecía autocumplida, y acabe sucediendo lo que tanto temes: gatillazo.
Eso por no hablar de todos los mitos que hay en torno a este tema. “Si se le baja es que no le pones”, “si no se pone erecto es que igual es gay” “seguro que no se le levanta porque está pensando en su ex” o incluso “no es lo suficientemente hombre”. Perlitas así escucho más a menudo de lo que me gustaría. Por eso es tan necesaria la educación sexual no sólo en la infancia y adolescencia sino a lo largo de todo el ciclo vital.
Si estás experimentando problemas con la erección, no dudes en ponerte en manos de un profesional de la sexología. Puedes encontrar información sobre mi consulta de psicología y sexología en Málaga pinchando aquí