Como sexóloga en Málaga y online, uno de los motivos de consulta más repetidos es el de cómo aumentar el deseo sexual.
Esto no es terapia, por lo que no puedo daros tips como si fuesen pasos de una receta para que todo el mundo obtenga el mismo resultado. Eso sería poco profesional y poco ético. Pero sí puedo comentaros algunas ideas generales sobre cómo trabajo el deseo sexual en terapia.
No es realista querer potenciar el deseo si no se tienen en cuenta las circunstancias actuales de esa persona. ¿Cómo es su rutina? ¿Cuántas horas trabaja? ¿Tiene momentos para el descanso? ¿Tiene momentos para el autocuidado? ¿Tiene momentos para el deseo?
¿Te conoces lo suficiente en el ámbito sexual?
¿Sé lo que me gusta? ¿Sé lo que me pone y activa mi deseo? Porque sin un buen autoconocimiento es difícil que podamos potenciar el deseo, lo fácil es acabar dando palos de ciego o pretendiendo que nos funcionen “recetas generales”, obteniendo pocos resultados y provocando frustración.
Dentro del autoconocimiento uno de los aspectos que más se trabajan en consulta es el de identificar los motivadores de la persona, o lo que es lo mismo, que contribuye a inducir tu deseo y a apagarlo.
También se dan pautas para que todo esto tenga una traducción práctica en el día a día.
Si no tenemos presente la sexualidad en nuestro día a día, es muy difícil que nos caiga del cielo el deseo sexual. Hay que intentar potenciar la presencia e inclusión de estímulos eróticos en el día a día, siempre adaptados a cada persona y con un sentido y una función.
Si lo hago aleatoriamente, probablemente no sirva para nada.
Otro punto importante que se trabaja en terapia es el que tiene que ver con el aspecto más cognitivo, entre otras cosas se exploran las creencias que tiene la persona sobre la sexualidad, y se analiza si hay mitos y tabúes por ahí rondando, al igual que pensamientos intrusivos para aprender a relacionarnos de otra manera con ellos.
Si la persona se encuentra en una relación de pareja, es imprescindible hacer un análisis de cómo funciona la relación tanto en el ámbito más general como en el ámbito particular de la vida sexual.
A menudo es bastante recomendable que la pareja acuda a alguna sesión de terapia para poder trabajar también con ella, ya que la interacción es un pilar fundamental.
Esto es una premisa fundamental para mí, y es que jamás voy a trabajar desde la premisa de que la persona se obligue a hacer los ejercicios o pautas, o que se obligue directamente a tener un encuentro, ya que eso lejos de ayudar lo que suele producir es que asociemos la sexualidad a una tarea más, y pierda su valor apetitivo.
Algunas de estas ideas un poco más desarrolladas (ejemplos de estímulos eróticos, explicación más detallada de los motivadores sexuales…) las podéis encontrar en esta guía, que os envío cuando os suscribís a la newsletter.