Este es el caso de las parafilias. Se pueden considerar como una forma de orientación sexual (Cabello, 2010), ya que han demostrado “orientarse” hacia ciertos elementos como núcleos totales de su sexualidad, toda su vida erótica se centra en su parafilia, sin la presencia de los cuales el orgasmo suele ser difícil o imposible de alcanzar.
Cuando se habla de orientación, se habla de preferencia o predilección, siendo el único motivo que logra crear y mantener la excitación (Colombino, 1999).
Fetichismo por los pies. Imagen extraída de la película “Kiki, el amor se hace”
La Asociación de Psiquiatría Americana, establece que para darse una parafilia, es necesario que la conducta sexual se mantenga durante al menos 6 meses, provocando un malestar clinicamente significativo, es decir, que la persona se sienta mal por tener una parafilia.
¿Qué es lo que distingue a los parafílicos?
No debemos pasar por alto que las personas parafílicas a simple vista no hacen nada significativo que haga dilucidar su orientación.
Hablamos pues, de individuos que únicamente acuden a consulta en el momento en que no les queda otra alternativa, bien porque hayan conocido a una nueva pareja que no acepte sus gustos sexuales o bien porque estén en situaciones susceptibles de conducirles a condenas en prisión, como suele suceder en la pedofilia. En otros casos, acuden por culpabilidad o por temor a lo que puedan llegar a hacer, aunque de momento hayan logrado contener sus impulsos.
Harpaxofilia. Activación sexual ante la situación de ser víctima de un robo o atraco.
Si destacásemos una parafilia sobre la que se ha estudiado un poquito más –dentro de la escasez de investigaciones que hay en este ámbito- esta sería la de la pedofilia.
Del perfil del pedófilo, conocemos que a menudo llevan a cabo de forma ritualista el encuentro con el menor, lo cual nos recuerda la relación que existe entre la pedofilia y el Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en cuanto a los rituales y las compulsiones.
En este caso suelen planear con detalle cómo será el encuentro y en qué consistirá. Asimismo, suelen ser individuos manipuladores, tarea especialmente fácil de realizar cuando estamos hablando de menores de edad.
Pero, ¿qué datos conocemos sobre las personas con orientación parafílica?
Elifilia, excitación al tocar determinados tejidos.
Sin embargo, cabe preguntarse, ¿hasta qué punto una parafilia, definida como una “desviación sexual”, está patologizando la sexualidad de las personas?
¿Realmente podemos decir que una persona que se excita con los pies tiene un trastorno mental?
¿Y si solo fuese una peculiaridad erótica?